"El arte de vivir: El poder eterno del estoicismo"
Había una vez un joven llamado Marco que, en medio del ruido de la ciudad, sentía que todo lo dominaba… menos él mismo. El tráfico lo enfurecía, las opiniones ajenas lo herían, las malas noticias lo deprimían. Vivía a merced de cada circunstancia, como una hoja arrastrada por el viento. No se daba cuenta, pero cada día entregaba su paz a cualquier cosa externa: un comentario en redes sociales, un gesto de desaprobación, un cambio de planes. Era como si su estado de ánimo tuviera mil dueños y ninguno fuera él. Una tarde lluviosa, mientras buscaba refugio en una vieja librería, algo llamó su atención. En un estante polvoriento encontró un libro con una portada sencilla, gastada por el tiempo. El título decía: Meditaciones , de Marco Aurelio. No sabía quién era ese autor, pero la palabra “meditaciones” le generó una curiosidad extraña. Lo abrió al azar. La primera frase que leyó fue: “La felicidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos.” Se detuvo. Reley...