El Salmo 91 es un refugio de seguridad y paz en tiempos difíciles. Descubre su mensaje de esperanza y el poder de la fe en la protección de Dios.
El Salmo 91, conocido como el "Salmo de la protección", es una de las escrituras más populares y queridas en la Biblia.
Atribuido a Moisés, este salmo ofrece un mensaje de esperanza, confianza y seguridad en la protección divina, especialmente en tiempos de incertidumbre y dificultad.
¿Qué mensaje transmite el Salmo 91?
Este salmo describe a Dios como un refugio seguro para aquellos que ponen su confianza en él.
Se compara a Dios con una fortaleza, un escudo y una sombra protectora que nos guarda del peligro.
El salmo también menciona la protección contra enfermedades, desastres naturales, enemigos y cualquier otra amenaza.
¿Cuál es el poder del Salmo 91?
El poder del Salmo 91 reside en la fe y la confianza que se deposita en Dios.
Al recitar este salmo con un corazón sincero, se invoca la protección divina y se recibe la fortaleza para afrontar cualquier adversidad.
¿Cómo se puede aplicar el Salmo 91 en la vida diaria?
El Salmo 91 puede ser utilizado como una oración de protección personal y familiar.
También puede ser recitado como un mantra de paz y confianza en momentos de dificultad.
¿Quiénes pueden beneficiarse del Salmo 91?
Cualquier persona que busca protección, seguridad y paz en su vida puede beneficiarse del Salmo 91.
Este salmo es especialmente útil para aquellos que atraviesan momentos difíciles o que se sienten vulnerables ante las amenazas del mundo.
A continuación el Salmo 91:
2.dile al Señor: "Mi amparo, mi refugio, mi Dios, en quien yo pongo mi confianza".
3.El te librará del lazo del cazador y del azote de la desgracia;
4.te cubrirá con sus plumas y hallarás bajo sus alas un refugio.
5.No temerás los miedos de la noche ni la flecha disparada de día,
6.ni la peste que avanza en las tinieblas, ni la plaga que azota a pleno sol.
7.Aunque caigan mil hombres a tu lado y diez mil, a tu derecha, tú estarás fuera de peligro: su lealtad será tu escudo y armadura.
8.Basta que mires con tus ojos y verás cómo se le paga al impío.
9.Pero tú dices: "Mi amparo es el Señor", tú has hecho del Altísimo tu asilo.
10.La desgracia no te alcanzará ni la plaga se acercará a tu tienda:
11.pues a los ángeles les ha ordenado que te escolten en todos tus caminos.
12.En sus manos te habrán de sostener para que no tropiece tu pie en alguna piedra;
13.andarás sobre víboras y leones y pisarás cachorros y dragones.
14."Pues a mí se acogió, lo libraré, lo protegeré, pues mi Nombre conoció.
15.Si me invoca, yo le responderé, y en la angustia estaré junto a él, lo salvaré, le rendiré honores.
16.Alargaré sus días como lo desea y haré que pueda ver mi salvación".